La historia, nuestra historia.

Año 2000.
Solo hay un titular en todos los periódicos del mundo:
"Devastación. Desastre. Catástrofe"
Los diarios se venden por millones, la gente no da crédito a la noticia de primera plana.
No puedes ser cierto.
Estados Unidos ha muerto. Ciudad apartada en cuarentena. Virus.

Año 2059, Estados unidos:

Los mendigos se congregaban en torno a las llamas de la fogata. En medio de una de las callejuelas, un hombre sentado en el mugriento suelo, contaba algo.
Sus facciones toscas, apergaminadas por el paso de los años, se contrarían y relajaban a la par de su voz ronca y cansada.
"Eh, viejo. Vuelve a contar lo que pasó" le dijeron de nuevo.
Y eso hacía en aquel momento. Contar la historia, la historia de Estados Unidos, del día 14 de Julio del año 2000.

"Nada apuntaba a que aquel día fuese diferente. La agitación de la ciudad de Nueva York no era más que la rutina del día a día.
Se respiraba la agitación y estress a cada rincón. En todas partes.

Fueron los avisos del cuerpo de policía, los que alertaron a los transeúntes.
Un virus desconocido inundaba el país. Nadie sabía cuales eran sus efectos, pero lo que si sabían, era que se trataba de algo peligroso. Sumamente peligroso.

El virus provenía de un laboratorio médico, al romperse por causas desconocidas, varios recipientes cuyos líquidos se derramaron y mezclaron, formando el virus que comenzó al instante a propagarse por el aire.

¿Intencionado o casual? Eso nadie lo sabe.
La cuestión es que aquel virus provocó la puesta en cuarentena total del país y todos los habitantes, incluidos famosos, políticos y demás gente importante.
Un caos, nadie podía escapar.

Se examinó a cada persona, y poco a poco, todo fue volviendo a la normalidad, pues al parecer nada parecía causar ningún mal a las personas ni a ningun otro ser vivo; todo se trataba una falsa alarma.
Nada mas lejos de la realidad.

Varios años después, los casos de mutaciones y la aparición de poderes sobrenaturales en niños, se convirtió en el centro de atención y horror del mundo.

Un científico, cuyo hijo también sufría aquellos extraños síntomas, consiguió la explicación al fenómeno.
El virus no afectó a las personas que estuvieron expuestas a él, sino que se alojaron en sus genes, transmitiéndose a su descendencia, a sus hijos.
Aquel hombre había vivido en la época en que Estados Unidos fue apartada de la sociedad, y aquello lo demostraba todo.

Pero, para entonces, ya era demasiado tarde. No había nada que hacer.
El virus había afectado a todos los hijos de los que una vez se expusieron al gas químico.

Mas tarde, también se descubrió hasta donde se había expandido aquella sobrenatural epidemia. Las noticias no podían ser mas trágicas.
Por todo el mundo.

Aqui es donde el hombre mostró su miedo a un ser superior.
Los héroes de los cómics, superhéroes con poderes que salvaban a la ciudad de las garras de malvados que planeaban apoderarse del mundo, pasaron a ser una amenaza.
No existían héroes, solo existían monstruos.
Consideraron como solución, que unicamente, ante aquella raza desconocida, cuyo poder de destrucción según los ignorantes humanos, se trataba de un peligro era matarlos, a todos.
De cualquier edad, raza o religión. Terminar con todos.

Se creó una asociación de cazadores que se encargaron de capturar a las "criaturas" (nombre que recibieron los "mutantes"). Y dado que les pareció una pérdida acabar con todos ellos, los esclavizaron y marginaron.
Inutilizaron sus poderes por medio de artefactos tecnológicos, que les producía dolorosas descargas cada vez que trataban de usarlos.
Cuando les eran inservibles, tan solo debían matarlos.

Se crearon barrios marginales, cercados, donde encerraron a la gran mayoría de ellos.
Ahora, me temo que se han revelado.
Una poderosa asociación de criaturas ha aparecido de pronto, dispuestos a vengarse. A recuperar su libertad."

El hombre enfatizó al última palabra, y así, dio por finalizada la historia.

No muy lejos de allí, una figura encapuchada lo observaba todo.
Y detrás de la máscara veneciana que ocultaba su rostro, sonrió.
La sonrisa de una mujer.